martes, 29 de marzo de 2016

Cupido y el cine venezolano


¿Por qué el cine venezolano no hace más comedias románticas? ¿Por qué no creamos películas del género fantasía o fantástico? Creo que en el cine venezolano quedan muchas cosas por hacer, que actualmente vive su mejor momento y que se está diversificando, se están creando y sentando las bases para que crezcan más los géneros cinematográficos del cine venezolano. Por ejemplo, hace falta un cine de comedia que sea comedia comedia, es decir, que sea grotesca, muy grotesca y vulgar, pero a la vez muy inteligente para desenmascarar todos los vicios, complejos y prejuicios que adolece actualmente la sociedad venezolana. ¿Y es que acaso los venezolanos y las venezolanas no nos sabemos reír? Todavía no hemos aprendido a reírnos de nosotros mismos colectivamente?

Otro tema muy abandonado es el AMOR... ¿Acaso los venezolanos y las venezolanas no nos enamoramos de una forma romántica? ¿Quién dijo y afirmó eso? ¿Acaso no soñamos, no nos embarazamos y formamos una bonita familia? ¿Es que sólo los gringos se enamoran de esta manera, y forman una bella familia con papá, mamá, bebés felices con perrito incluido? ¿En qué película venezolana está mi “familia feliz venezolana”? “El manzano azul, podría ser una buena respuesta, El abuelo y nieto de esta película venezolana conforman una bonita familia, aquí y en la china, la risa espontánea de los niños espectadores un domingo en la Cinemateca Nacional lo confirma. Siempre que miro “Una vida y dos mandados”, la escena final de la madre, el hijo y la carta, me emociona y conmueve mucho. En mi particular gusto como espectadora no me gusta ver sangre, tiros, ni violencia en el cine, salvo sus raras excepciones como Pulp Fiction, El Profesional, Infiltrados o El Padrino. Respeto todos los géneros cinematográficos pero prefiero esa película intimista que me va a contar algo en particular, sobre lo que les pasa y sucede a unos personajes. Creo que actualmente el cine venezolano debería apostar por las historias pequeñas que nos cuentan cosas muy cotidianas o comunes a todos los seres humanos, pero que a la vez son trascendentales en la experiencia de vida de cada uno. Todavía existen muchas historias que contar en el cine venezolano. Hay deudas cinematográficas con su pueblo, su público y espectadores. Una de ellas que ya se comienza a pagar, es la creación de los distintos géneros cinematográficos.

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